Un tribunal militar ha condenado a un sargento de la Guardia Civil a 19 años de cárcel por violar y maltratar sistemáticamente a una subordinada a quien además obligó a abortar en Molina de Segura. Un infierno que se prolongó durante cuatro años, entre 2011 y 2015, y causó importantes secuelas a la víctima.

Según el relato de hechos probados, que Leo Álvarez resume en Más Vale Tarde, la víctima y su sargento comenzaron una relación en 2011, a la que él puso fin cuando su mujer se quedó embarazada. Sin embargo, cuando su mujer dio a luz, quiso retomar la relación y, ante la negativa de la víctima, comenzó a acosarla y agredirla sexualmente.

"Estas relaciones sexuales no queridas incluían tocamientos, penetraciones por vía vaginal y bucal", de acuerdo con la sentencia, que recoge cómo él la increpaba y en una de esas ocasiones, llegó a tirarla al suelo para violarla y le dijo textualmente: "¿Ves? no pasa nada". En otra ocasión, la agredió sexualmente en un vehículo, donde le exigió que le practicara una felación y, ante su resistencia, le "golpea la cabeza contra el volante".

La víctima acabó quedándose embarazada, ante lo que él la obligó a abortar: "No me vas a joder la vida. Eso lo sacas de ahí", le dijo el ahora condenado, según la sentencia, que recoge que el acusado le dio entonces "un golpe en la barriga" y ella acabó acudiendo a una clínica para interrumpir el embarazo obligada por él.

Como consecuencia de este calvario, la mujer, que ahora tiene 52 años, lleva de baja desde marzo de 2015, sufre estrés postraumático, depresión y un grave deterioro físico y mental, en el que llegó a no poder comer y se le cayó el pelo. Además, lo ocurrido también afectó a su hijo. El condenado, sin embargo, continúa ejerciendo de sargento, en otro lugar de Murcia pero no muy lejos de su víctima.