El precio es la razón por la que, en ocasiones, en algunos bares al pedir un montadito de salmón están ofreciendo, en realidad, trucha, que es mucho más barata. Pablo Ojeda muestra en el plató de Más Vale Tarde cómo distinguir ambos productos para que no nos den gato por liebre.

La clave principal se encuentra en el color. La trucha tiene un naranja más vivo, mientras que el salmón es un tono anaranjado más apagado. Además, la textura es diferente.

Sin embargo, diferenciar no siempre es fácil. El nutricionista pone a prueba a Cristina Pardo e Iñaki López para qué distingan qué producto están comiendo. En el vídeo puedes ver su reacción.