Dolores y Pilar Vázquez, conocidas como 'las gemelas de Sabadell', y el novio de la segunda, Isaac Gil, se enfrentan a 24 años de cárcel por el crimen de Pedro, el novio de Dolores. Los hechos ocurrieron en 2021, cuando presuntamente asesinaron a la víctima en el rellano de su casa.

Las pruebas contra los tres son tajantes. Algunos vecinos pudieron grabar por la mirilla cómo limpiaban el rellano de su casa aún con el cadáver de Pedro presente tras el crimen. En el vídeo se puede ver a las dos hermanas y a Isaac Gil limpiando el escenario del crimen. Y no es el único contenido audiovisual que les inculpa. Los tres se mandaron diversos audios y vídeos planificando el crimen.

Tal y como se puede ver en el vídeo principal de esta noticia, en un momento dado, Isaac Gil envió a las gemelas un vídeo de la que, planificaba, iba a ser arma del crimen de su cuñado: una pistola táser que él mismo accionaba entre risas.

Finalmente, Isaac Gil acabó la vida de Pedro a golpes con una pata de cabra la noche del 10 de julio de 2021, y no con la pistola táser de la que alardeaba en el vídeo enviado a su pareja.

El primer golpe se produjo cuando el hombre dormía en la habitación de la casa de Pilar. Sin embargo, logró huir y fue en el rellano de la escalera donde acabó con su vida.

Los vecinos lograron grabarlo todo a través de sus mirillas. Vídeos que ahora son clave en la investigación: en ellos se puede ver a Isaac junto al cadáver en el suelo y a las hermanas Vázquez limpiando la escena del crimen.

También son importantes en la investigación los audios que se enviaron Pilar e Isaac los días previos a la muerte de Pedro: "¿Cómo conseguimos cloroformo, cari? Si conseguimos eso para que ella lo duerma y nosotros rematarlo, pues se hace el viernes por la noche". "En teoría el viernes vendría para acá, yo me iría para tu casa y una vez que no respire vamos a lo que vamos... a hacer el transporte", espetaba Isaac.

Su defensa asegura que ellos tan solo pretendían proteger a Dolores porque sufría malos tratos. Un relato que indigna a Marina, exmujer de la víctima y madre de su hija, que afirma que tras 24 años juntos "jamás" le puso la mano encima.