En cuestión de minutos una pareja vio cómo el fuego desatado en un edificio de Valencia los rodeaba. A partir de ese instante comenzaron el pasado jueves varias horas de angustiosa espera hasta que finalmente consiguieron rescatarles.

Raúl Esteban, jefe de Bomberos de Alcorcón, ha calificado la operación de "gran rescate" y ha analizado los detalles. "Seguramente, la cesta que estaba remojando no podía llegar más. Había vientos de casi 62 kilómetros por hora y la aproximación al forjado para rescatar era compleja".

Según ha destacado, "el rescate lo hacen en pluscuamperfecto", es decir, "no obligan a saltar la barandilla a las víctimas" porque "se podrían haber desestabilizado y podrían haber caído".

En este sentido, Esteban ha apuntado que "deciden romper el cristal y que se sienten en el forjado para pasar de una forma segura a la autoescala" y llevar a cabo así "un rescate bastante serio".

Sobre el equipo que lanzaba agua, el jefe de Bomberos de Alcorcón sostiene que están "muy acostumbrados": "En alguna ocasión nos ha tocado refrescarnos a nosotros mismos".

"Con una escala de apoyo que no iba a dejar de tener caudal de agua, aunque se retrasara cinco minutos, el rescate iba a ser efectivo", concluye.