En la cárcel de Sangonera la Verde, en Murcia, ha tenido lugar una batalla campal que implicaría a unos 70 presos. En ella, dos trabajadores de la prisión fueron heridos con cepillos de dientes que habían sido manipulados para usarse como pinchos. Durante la pelea, los reclusos también habrían utilizado palos de fregona.

Más Vale Tarde analiza en el vídeo sobre estas líneas los diferentes tipos de 'armas caseras' que encuentran los funcionarios de prisiones en las cárceles, entre ellos bolígrafos, que llaman 'diablos', a los que se quema la punta y, con el plástico aún caliente, se meten cuchillas y objetos punzantes, así como muletas afiladas con azulejos.

Leo Álvarez explica que uno de los motivos por los que se fabrican este tipo de armas es porque "no hay arcos de seguridad de detección de metales en el economato", donde los presos pueden comprar, entre otras cosas bolígrafos, cepillos de dientes, cuchillas o mecheros. El periodista apunta que tampoco hay detectores en el comedor, por lo que algunos reclusos se llevan "cuchillos escondidos en barras de pan" y hasta huesos de pollo o cerdo para afilarlos.

Sergio García, delegado de CSIF Prisiones Madrid, apunta que "diariamente se hacen cacheos para evitar que lleven estos objetos", si bien denuncia la falta de recursos e información.