Estamos 24 horas del día en casa y aunque intentamos mantener las rutinas, teletrabajamos e intentamos hacer algo de ejercicio, nuestros hábitos alimentarios han podido verse alterados durante la cuarentena.
¿Os suena eso de empezar con una patata frita o unos frutos secos y acabar dándonos el atracón? Estos días, la mayoría de las veces que abrimos la nevera lo hacemos motivados por el miedo, la frustración o la rabia. Pero no es hambre real, es hambre emocional.
Los expertos recomiendan que cada vez que tengamos el impulso de ir a la nevera, nos paremos y nos preguntemos si realmente es una necesidad fisiológica o emocional.
Sí es hambre emocional, es importante identificar esa emoción y dejarla surgir. Después, nos toca tratar de controlar la mente y evitar que los pensamientos nos nublen la cabeza.
Para ello, es buena idea recurrir al papel y al bolígrafo y ponerlos por escrito. Y si no funciona, recurrir a una charla y un poco de agua.
"Están cortados por el mismo patrón"
Ramoncín estalla contra los implicados en la trama Koldo: "Son unos descocados, unos impúdicos"
Tras la comparecencia voluntaria de José Luis Ábalos en el Tribunal Supremo, en la que ha negado todas las acusaciones que pesan sobre él, el colaborador de Más Vale Tarde estallaba ante las cámaras.