Basura en cada rincón o muebles destartalados son los elementos que conforman las dantescas imágenes de la casa en la que vivían las niñas de 6 y 8 años de Palencia cuyos padres fueron detenidos y puestos en libertad con cargos por un delito de abandono de menores. El reportero Javier Bastida ha accedido al interior de la vivienda junto a la madre de las menores, la cual ha dado una versión diferente de lo ocurrido.

Tal y como se observa en las imágenes que acompañan estas líneas, en la casa había basura, restos de comida como galletas aplastadas o vasos de cerveza que a su vez atraían insectos. Las camas además no cuentan con sábanas y los muebles se observan destartalados, incluso en la habitación de las dos niñas donde las paredes también se encuentran pintarrajeadas. "El baño totalmente impracticable", señala Bastida. La falta de salubridad es total a pesar de los esfuerzos que la mujer está dedicando durante "todo el día" a limpiar.

Sin embargo, ella asegura que solo es de un día, que el viernes pasado abandonó la casa para buscar trabajo. Cuando volvió y vio el piso "destrozado completamente" preguntó a su marido lo qué había pasado. Éste le dio otra versión. Le dijo que fueron los agentes tras recibir la voz de alarma quienes habían dejado así el hogar. "Vino la policía a llevarse a las niñas y ha tirado todo al suelo", asegura que le dijo el padre.

Además, añade que "él se dedicaba a beber y a proferir insultos contra mí", incluso tras contarle esta versión la culpó de la situación y hasta "cogió la cerveza" para darle "en la cabeza con ella". Fue entonces cuando la mujer se dirigió a comisaría "voluntariamente". El hombre, ahora ingresado en el hospital palentino de Río Carrión por una enfermedad, había sido denunciado por la progenitora hace dos años, aunque más tarde retiró la denuncia.

Un mes sin ir al colegio

Las niñas, ahora bajo la tutela de los servicios sociales, llevaban un mes sin acudir al colegio. Por otro lado, tanto el Ayuntamiento de Palencia, como la Junta de Castilla y León tenía conocimiento de la delicada situación de la familia. El matrimonio había estado trabajando en el consistorio de la ciudad obligados por una sentencia judicial.

La voz de alarma la dio la cajera de un supermercado muy cercano a la vivienda al que acudieron las niñas a hacer la compra, supuestamente, mandadas por su padre. La trabajadora se preocupó al ver las condiciones en las que venían las niñas: semidesnudas y sucias. Tras ser atendidas en el hospital, se encuentran en buen estado.