Solo sus familiares mantenían la esperanza de encontrarlos con vida y así ocurrió 72 días después del accidente del avión de la Fuerza Aérea Uruguaya.

El día antes de Nochebuena, localizaron a 16 supervivientes de la tragedia en los Andes que habían conseguido salir adelante comiendo carne humana.

 En un principio no quisieron revelar este detalle, pero una persona que trabajaba en el rescate filtró lo que había ocurrido realmente.

La Iglesia chilena hizo la siguiente interpretación: "El cuerpo debe tener un lugar digno y, en ese caso, era servir de alimento a los supervivientes".

 La presión social y periodística era tan grande que cuando los supervivientes volvieron a Uruguay, a Montevideo, tuvieron que comparecer en rueda de prensa y explicar por qué acabaron comiendo carne humana de las personas que habían fallecido en el accidente.

"Llegó el momento en el que no teníamos alimentos, ni cosas por el estilo. Nosotros pensamos, si Jesús en la última cena repartió su cuerpo y sangre a sus apóstoles, ahí estaba dando a entender que debíamos hacer lo mismo: tomar su cuerpo y sangre que se había encarnado. Eso fue una comunión íntima entre todos nosotros, fue lo que nos ayudó a subsistir, fue una entrega"

Pancho Delgado, portavoz de los supervivientes, pide respeto: "Nosotros no queremos que esto, que es algo íntimo, sea manoseado. Debe ser interpretado y tomado en su real dimensión. Tienen que pensar en todo lo grande que fueron aquellos muchachos".

Jordi Évole habla este domingo consupervivientes de la tragedia de los Andes que recuerdan cómo ocurrió todo .