El salmón, el buey o el atún de almadraba son algunos de los manjares de nuestra gastronomía que más golpean el bolsillo. Sin embargo, a pesar de sus elevados precios en el mercado, hay ocasiones en las que nos ofrecen productos más baratos camuflándolos en estos manjares.
Así, el nutricionista Pablo Ojeda ha explicado en Más Vale Tarde cómo podemos distinguirlos: por ejemplo, el atún rojo puede estar teñido con colorantes y no ser realmente rojo. El rojo tiene un sabor mucho más fuerte y una textura más suave. La clave está en el precio: por debajo de los 30 euros el kilo es complicado que sea atún rojo.
Lo mismo ocurre con el buey. Encontrar carne de buey es complicado y en muchas ocasiones nos dan 'gato por liebre' con la vaca vieja. Lo cierto es que el buey tiene la grasa mucho más repartida entre las fibras y su color es más oscuro. Y no son los únicos productos: en ocasiones se vende trucha como salmón, o la pechuga de pollo compuesta por un 20% de agua. Puedes ver todo el análisis del experto en el vídeo principal de esta noticia.