Manuel Marlasca repasa en MVT la escena donde se produjo el hallazgo el cuerpo sin vida de Esther López 23 días después de su desaparición, en una cuneta muy próxima a la zona de búsqueda, y los detalles que apuntan a "una posible alteración o manipulación de la escena".

El bolso de la joven estaba pegada al cuerpo y su teléfono móvil, a tan solo unos centímetros de sus pies: "Cuando alguien es atropellado y lleva unos efectos, normalmente esos efectos salen disparados en una dirección o en otra", apunta el jefe de Investigación de laSexta, que señala que "esto es absolutamente antinatural".

Además, el móvil -"una superficie que guarda todo para que una huella quede impregnada"- "no albergaba ni una sola huella", sino que "estaba completamente limpio, pulido, como si alguien lo hubiese limpiado a conciencia".

Asimismo, y aunque "la fauna cadavérica sí que podría corresponder a la data de la muerte", las "piedrecitas adheridas a la ropa del cuerpo de Esther que no corresponden con este entorno" en el que apareció su cadáver.

A todo ello se suma el hecho de que el abrigo de Esther cubría parcialmente su cabeza: según explica Beatriz de Vicente, "estadísticamente hablando, habitualmente cuando a un cadáver de forma consciente se le tapa la cara, es que la persona conoce a esa víctima e intenta evitar la responsabilidad de verle el rostro". Puedes ver el análisis completo de ambos expertos en el vídeo que ilustra estas líneas.