La hija de María Ángeles y su grupo de amigos lo tenían todo planeado para pasar sus vacaciones en Benicàssim: habían reservado un apartamento, pagado 300 euros de fianza y ya tenían las llaves para acceder a la vivienda.

Pero al llegar se dieron cuenta de que el apartamento no tenía luz y su casero les pidió que volvieran al día siguiente. Al volver, se encontraron al estafador viviendo allí.

"Les dijo que lo sentía mucho, pero que no podía darles el apartamento porque le había salido mal y que les pagaría los gastos", explica la mujer a esta cadena, como puede verse en el vídeo que acompaña estas líneas. Sin embargo, no consiguieron que les devolvieran la cantidad: "Lo único que han conseguido es cabrearse".

Finalmente, el grupo de amigos terminó en un camping donde pudieron hacer noche gracias al préstamo de una tienda de campaña y varias colchonetas.

Una vez llegaron a Zaragoza, de donde son originarios, presentaron una denuncia y las autoridades les confirmaron que el hombre era un estafador habitual y que entra y sale constantemente de prisión.