David Pullido, psicólogo especializado en adolescentes, reconoce que los colegios públicos no tienen recursos económicos para cuidar de la salud mental de los estudiantes. Un ejemplo, añade, es el del centro en el que tuvo lugar el apuñalamiento a tres profesores y dos alumnos. El centro tenía un orientador para 600 alumnos.

Así, asegura que el profesorado se siente aterrorizado ante un caso de acoso y los centros escolares tratan de taparlo. "En el caso de este chico todo el mundo lo conocía y hasta los propios alumnos decían que llevaba un año mal. Pero no se había abierto ningún protocolo porque, probablemente, los colegios se sienten muy desprotegidos", explica. Por ello, insiste, suelen tapar los casos de acoso.