"El operativo se quedaba pequeño"
El alcalde de Cervera del Pisuerga relata la descoordinación con los brigadistas: "Nadie se acordó de ellos y durmieron en la calle"
Jorge Ibáñez, alcalde de Cervera del Pisuerga, uno de los municipios afectados por los incendios, denuncia la descoordinación y el abandono de los bomberos forestales: "En 18 horas no han tenido nada que echarse a la boca".

En medio del fuego cruzado entre el Gobierno y el PP por los incendios forestales, hay municipios que se han visto desamparados por las instituciones.
Es el caso de Jorge Ibáñez, alcalde de Cervera del Pisuerga, que recuerda la pesadilla que ha sufrido su localidad, desde la llamada del delegado de la Junta de Castilla y León que le dijo que el incendio "era una cosa muy controlable", hasta la pesadilla en forma de fuego, humo y ceniza que han vivido durante días.
En el vídeo sobre estas líneas, Jorge afirma que "hubo momentos en que el operativo se quedaba pequeño y el fuego escapaba por un sitio o por otro con los cambios de viento".
En este sentido, denuncia que los primeros días los bomberos forestales "en 18 horas no han tenido nada que echarse a la boca" y que incluso hubo una situación en la que algunos de ellos estuvieron a punto de comer comida podrida: "La única forma que tuvieron esa mañana de comer es que en Lebanza estaban de fiestas y les llevaron las tortillas ganadoras del concurso", comenta.
Ibáñez también habla de deficiencias a la hora de distribuir los alojamientos de los bomberos y señala que, a pesar de contar con 30 camas disponibles en el pueblo, "nadie se acordó de una brigada y durmieron en la calle". La cena, señala, también corrió a cuenta del Ayuntamiento "porque nadie se acordó que esta gente salía del incendio y tenía que cenar".