Los mensajes especulan con la posibilidad con que los residuos del volcán haya podido dañar las instalaciones de agua potable de la isla, pero no. El agua corriente de La Palma sigue siendo potable y segura.

El Cabildo analiza exhaustivamente las aguas corrientes de la isla y niega el rumor que se ha extendido en el que se decía que no era apta para el consumo.

Tanto es así, que el propio Cabildo ha emitido un vídeo en su perfil en la red social de Twitter en la que enumeran la serie de controles que se está haciendo al agua para mantener el rastreo de los componentes del agua "previo a los primeros movimientos sísmicos, durante el enjambre y ahora con la erupción", en palabras del consejero de Aguas del Cabildo de La Palma, Carlos Cabrera.

Así, las aguas del túnel del trasvase de La Palma mantienen intacta su salubridad. "Los datos no cambian: tanto la temperatura, como el pH, como la conductividad están como siempre han estado en los últimos años", ha asegurado Cabrera.