A mediados de enero se presenta Rocío, la novia del padre Franen la parroquia buscando a Eduardo Resa, el vicario episcopal de Melilla, para informarle de los hechos. Pero él no pudo atenderle porque estaba a punto de oficiar una misa. "Le dice que no tiene tiempo y si quiere una reunión formal tiene que guardar varias condiciones", desvela el periodista en este vídeo, que explica que se trataba de "borrar todo el contenido que había encontrado" y que "dejara a Fran en paz para que decidiera él libremente si quería seguir siendo cura o su novio".

En este vídeo, el periodista explica que cuando Eduardo Resa declara oficialmente en la comisaría de Melilla, los agentes le dicen que están "ante un auténtico depredador sexual": "Él automáticamente se le desfigura la cara, se marea y se desvanece en las dependencias municipales".