La modista Lola y la joven Ivonne tienen una misión paraMás Vale Sábado, cambiar el look la una de la otra. "Te voy a dejar divina y estilosa", le promete Yvonne, que le lleva a una tienda de barrio, que reconoce tener una "responsabilidad" porque Lola se ha pasado 40 años de su vida cosiendo. Para ello, la joven le pide ayuda con las tallas.

"¡Me encanta!", espeta Lola al verse en el espejo. Sin embargo, tiene claro que "tendría que adelgazar". "Me encanta", confirma su estilista por un día, y destaca lo bien que le queda la combinación de "los zapatos y el collar" con la ropa que le ha elegido. "Estás preciosa".

Después llega el turno de Lola de vestir a Yvonne. Pero la joven al verse en el espejo con la ropa que escoge la modista no puede evitar reaccionar: "La camisa la veo un poco tapadita". Y, es que, a ella le gusta vestir "bastante cómoda", aunque lo combina "con algún modelito de escándalo".

"Me gusta tapar lo justo", le confiesa a Lola, a lo que ella dicta sentencia: "La verdad que la juventud no sabe vestir. Van vestidos hechos unos mamarrachos y a los trapos. Pero así es la moda. Yo soy muy clásica".