Kayed Hammad, traductor en Gaza, conecta en directo con Más Vale Sábado para contar cómo están llevando las horas posteriores al fin del ultimátum que Israel dio para abandonar el norte de Gaza. "Ahora estamos sin luz, sin agua y sin nada. No sabemos cuándo moriremos. Puede ser en un segundo", muestra su miedo en esta conexión, donde asegura que están esperando su destino. "Morir o vivir es cuestión de suerte", asegura.

Desde que estalló la guerra el pasado sábado, Kayed ha cambiado de residencia hasta en cinco ocasiones porque su casa fue "totalmente bombardeada". "Mi edificio no se cayó, pero esta arrasado", añade. Lo mismo pasó con el de su hermana, donde también se refugiaron.

"Poca diferencia tenemos entre la vida y la muerte en esta vida", comenta, para acto seguido explicar que siente impotencia ante la situación y le "duele la incapacidad de dar seguridad a mis hijos, de darles de comer". "Yo no me atrevo a mirarles a los ojos. Por eso, desde ayer tengo envidia de los que se han muerto".