Albert Pla y Jordi Évole reflexionan acerca de la libertad de expresión y de los problemas que han encontrado algunos artistas con la justicia con algunas de sus canciones. Para Pla esto no es un problema porque cree que a él nadie le "toma en serio". "Nadie se puede tomar en serio una opinión política y social mía, sería absurdo y muy triste", confiesa.

También ve un "error del sistema" que esto se pueda producir, con Évole lanzándole la siguiente pregunta: "¿Crees que hay cosas que no se pueden decir por la tele?". Para Pla, "a nadie le interesa decir cosas por la tele", afirmando que ya no se elige a presentadores de televisión o de radio que puedan ser incómodos.

"Total libertad, di lo que quieras, jamás se te va a ocurrir hacer una puta pregunta interesante. Los políticos deberían tener terror de ir a la televisión", añade Pla, que lanza a Évole una pregunta con la que quiere comprobar si "se puede decir de todo en este país": "¿Crees que los que mataron a Carrero Blanco eran héroes o terroristas?". Para Évole, se puede ser "un luchador antifranquista y a la vez ser un terrorista".