Nazismo, violencia, política... un neonazi arrepentido cuenta su caso a Jordi Évole para evitar que su historia se repita. "O me vuelvo a meter la pistola en la boca y esta vez sí aprieto el gatillo, o intento rescatar a gente del radicalismo", asegura.

También explica que se engañan a ellos mismos y lanza un claro aviso sobre la situación actual. "Nos autoconvencemos de que no somos racistas, ni homófobos ni machistas y de que somos los verdaderos defensores de la mujer [...] El discurso que antes era marginal, ahora lo oigo hasta en la parada del autobús".

A la pregunta de qué era el círculo, él responde que "la lucha armada" y añade que nunca llegaron a pronunciar la palabra asesinato, pero todos sabían que hacían referencia a eso.

Además, acaba afirmando que "si no eres mala persona cuando entras en ese mundo, te lo haces".