En el momento en el que Juan José Ballesta era el "Justin Bieber español",el actor se "rayó" y se retiró del cine. "Pensé que nunca más iba a volver a ser actor. A mí esa vida no me gustaba. No podía salir, no podía hacer mi vida, y no podía ir con mis amigos o familia", recuerda, al tiempo que destaca que "no era feliz".

"Y si yo no soy feliz, ¿de qué me sirve ser actor? Ni por todo el oro del mundo, y dije: 'Hasta aquí hemos llegado', y estaba un día en el parque, llamaron a un amigo mío, y me ofreció trabajar de marmolista", señala Ballesta, una oferta que aceptó porque estaba "agobiado de tanto 'boom'" y de que todo el mundo le conociera por la calle.