Juan Carlos Unzué se sincera con Jordi Évole sobre su carrera profesional y confiesa que no se siente "orgulloso" de todo lo que ha hecho. "He cometido errores, como todos", afirma, tras lo que Évole le pide que ponga algún ejemplo. Así, el exportero recuerda su época como portero del Barça, cuando fue el "eterno suplente".

"La gente podía pensar seguramente, y con razón, que yo era el tío más feliz del mundo, pero yo sufrí mucho esos dos años porque lo que yo quería era poder competir, pero desgraciadamente no fui capaz de quitar a Andoni esos dos años que estuve en el Fútbol Club Barcelona", relata, tras lo que reconoce que a él le "salvaron las primeras máquinas de videojuegos, la famosa Nintendo".

En este sentido, Unzué recuerda que una de sus "mejores amigas" por entonces "tenía por encima de los 60 años y era la chica que vendía los juegos en El Corte Inglés". "Era uno de sus mejores clientes y me guardaba los nuevos cuando llegaban y me los dejaba casi hasta probar", expresa.