"¿Cómo se viven en ABC un día de tanta intensidad informativa?", pregunta Jordi Évole a Cruz Morcillo sobre los días posteriores al 11M, tras lo que la periodista cuenta "una cosa" que nunca había "contado fuera del círculo en el que se tenía que contar, aunque ya han pasado 20 años, por lo que las cosas casi han prescrito"

"Esa tarde nos llama Zarzalejos a su despacho, con todas esas dudas y con todo lo que a él le llegaba, y en esa reunión en el despacho de Zarzalejos, a la que mi compañera Lola Martínez, que llevaba yo creo que más de 20 años haciendo terrorismo, llega tarde porque está al teléfono hablando con alguien, y la persona con la que estaba hablando al teléfono, que no contaré por razones obvias, es una persona que iba a la reunión del Ministerio del Interior en el coche, y esa persona solo tenía sentido que fuera a esa reunión si los yihadistas eran importantes en esta ecuación", relata la periodista, quien destaca que "era clave esa persona"

Así, todos le contaron a su director lo que sabían: "Tuvimos un intensísimo debate y le dijimos que no teníamos pruebas, pero que teníamos la confianza en nuestra fuente, que es con lo que siempre trabajamos en estos casos; y él lo sabía de sobra", subraya Morcillo. En ese momento, su jefe les dijo que "se fiaba plenamente" de ellos, "pero que le seguían apuntando en la dirección de ETA desde el Gobierno, aunque él también tenía dudas". "Y salimos de esa reunión un poco abatidos, porque era como que teníamos el eureka antes de entrar, y éramos un grupo de personas muy constantes trabajando, que teníamos buena fuente y que éramos gente seria", manifiesta.

Cruz Morcillo supo entonces que al día siguiente no iban "a hacer la aportada que todos" esperaban hacer, "aún entiendo dónde" trabajaban "y la relación que tenía ABC con el Gobierno, y el apoyo que le había prestado, siendo un periódico de centroderecha, como era lógico". "Todo eso lo entendíamos, el dificilísimo papel del director", añade.