Jordi Évole estaba viajando con Estopa en coche cuando, mientras intentaban encontrar la dirección a la que tenían que ir, el periodista les sorprende tirándose un pedo. "¡Qué peste!", fue lo primero que dijo David al olerlo tras no conseguir bajar las ventanillas.

Una cómica situación que José aprovechó para desvelar una de sus habilidades, y es que reconoció que era capaz de diferenciar el olor del pedo algunas personas de su familia, lo que le permite saber quién se lo ha tirado.