El 4 de diciembre de 1992 llegaba a la taquilla española 'Belle Époque', la sexta película del director Fernando Trueba en la que había invertido su propio dinero (hipotecó la casa para financiarla) y algunas de sus vivencias personales. Al igual que el Fernando que protagoniza la película, Trueba se casó con una de las cuatro hijas de Manolo, un hombre mayor que él con el que había entablado amistad.

La historia, escrita a seis manos entre el propio Trueba, José Luis García Sánchez y el guionista ganador de 7 Goyas Rafael Azcona durante año y medio de comidas en el Asador Frontón de Madrid, cuenta las desventuras de Fernando (Jorge Sanz), un desertor del ejército durante la sublevación de Jaca en 1930 que, en los albores de la II República, se cruza en el camino de Manolo (Fernando Fernán Gómez), un artista e intelectual que le abre las puertas de su casa. Poco después harán acto de presencia sus cuatro hijas: Clara (Miriam Díaz-Aroca), Rocío (Maribel Verdú), Violeta (Ariadna Gil) y Luz (Penélope Cruz), junto a las que este joven protagonizará diversos encuentros amorosos.

"Esta película no se puede decir que sea muy políticamente correcta", afirma el propio Trueba en 'Lo de Évole', refiriéndose a que en 1992 Belle Époque se desmarcó del cine serio y costumbrista de aquellos años de crisis en la industria cinematográfica española para proponer una película ligera, cuyo único objetivo era hacer disfrutar al público, en la que abordaba temas todavía tabú como el lesbianismo, el descubrimiento sexual y hasta la poligamia. Luminosa, colorida y contagiada de la esperanza e ilusión con la que se miraba el nacimiento de la II República, la película es una oda a la libertad y la alegría de vivir, con un cierto poso melancólico, que transcurre en un lugar poco reconocible de España (no en vano se rodó en Portugal), lo que le da un toque bucólico y hasta de fantasía.

En su reparto se reúnen tres generaciones del 'star system' español de principios de los 90, desde los consagrados Fernando Fernán Gómez, Agustín González o Chus Lampreave, hasta las casi primerizas Ariadna Gil y Penélope Cruz (era su segundo largometraje), pasando por jóvenes ya contrastados como Jorge Sanz, Maribel Verdú o Gabino Diego. A ellos se unió Miriam Díaz-Aroca, que por aquel entonces triunfaba en un programa de televisión infantil, 'Cajón desastre', y que Trueba descubrió gracias a su hijo Jonás, de 11 años y hoy en día también reputado director de cine.

A pesar de sus pocas pretensiones más allá de divertir al público, Belle Époque se convirtió en una de las películas españolas más galardonadas de todos los tiempos. 17 nominaciones a los Goya, de las que consiguió 9 estatuillas en las categorías de Mejor película, Mejor director (Fernando Trueba), Mejor actriz (Ariadna Gil), Mejor actriz de reparto (Chus Lampreave), Mejor actor de reparto (Fernando Fernán Gómez), Mejor guion original, Mejor diseño de producción, Mejor montaje y Mejor fotografía.

Además, hizo historia para el cine español en 1994 al ser la segunda película de nuestro país que conseguía el Oscar a Mejor película de lengua extranjera. En taquilla tampoco le fue mal, pues con un presupuesto de 160 millones de pesetas consiguió recaudar más de 5 millones de euros.

El reparto y director de Belle Époque vuelven vuelven al lugar donde se rodó

Este domingo 27 de marzo, cuando se celebra la gala de los Oscars, laSexta emite a las 21:25 horas una nueva entrega de 'Lo de Évole' que rinde homenaje a Belle Époque por su 30º aniversario. Jordi Évole reúne en la casa de un pequeño pueblo de Portugal donde se rodó la película a su director, Fernando Trueba, y las actrices protagonistas, Penélope Cruz, Maribel Verdú, Ariadna Gil y Miriam Díaz-Aroca para repasar anécdotas, curiosidades y lo que significó el film tanto para sus carreras como para el cine español. En este encuentro también analizarán cómo ha cambiado la industria cinematográfica desde entonces.