Ángeles Muñoz guarda una vida privada muy discreta. Lejos de Camela, la cantante asegura que no tiene "movidas" ni "nada que contar". "Nos gusta la intimidad. No tengo fotos con mi pareja, por ejemplo", explica a Jordi Évole, que le recuerda que se divorció de su novio del colegio a los tres meses de casarse, algo que fue "un videoclip".

"Cosas que pasan. Llevábamos mucho tiempo juntos, la cosa iba mal. Te casas por intentar arreglarlo. Antes de tener hijos... cuanto antes mejor. Zarpó el amor", bromea. Antes de aquel episodio, Ángeles vivió su infancia en un piso de San Cristóbal de unos 60 metros cuadrados (y un solo cuarto de baño) con sus seis hermanos.

Para dormir, en el salón tenían "dos camitas de mueble" y el sillón "se hacía cama". Ella cuenta con recuerdos "muy bonitos" de su infancia, con su padre siendo "un 'chapuzas'" y su madre, ama de casa. Cuando ella trabajó, a Ángeles le tocaba limpiar la casa, hacer la comida y poner lavadoras, aunque conseguía hacer trabajar a sus hermanos en casa a través del Parchís.