Liarla Pardo acompaña a la Guardia Civil a la inspección de un establecimiento donde se venden juguetes. La razón: muchos de ellos podrían ser potencialmente peligrosos para los niños. Pueden ser inflamables, puede tener pequeñas piezas que los menores se traguen sin darse cuenta o cables sueltos. "Al no tener facturas y ser una infracción de contrabando, no ha pasado por ningún tipo de seguridad", explican los agentes.

Para evitar que estas situaciones se expandan, los agentes preguntan a la dueña del almacen para darle a conocer las infracciones que se cometen con la venta de este tipo de productos: reconoce desconocer las normas para etiquetar el producto y de qué manera saber si son peligrosos. Para que un juguete haya pasado todos los controles, ¿qué tiene que indicar su etiqueta?

"En su etiqueta tiene que venir el fabricante o distribuidor, las advertencias de peligro sobre la edad, el sello CE de conformidad de la Unión Europea y, evidentemente, tener facturas que plasmen que viene de forma legal", ha explicado el agente. Precisamente, en la tienda que registran encuentran varios juguetes sin etiquetas ni facturas".

¿Cómo se cuelan estos juguetes peligrosos en tiendas? La Guardia Civil se muestra clara en este sentido: No se pueden controlar los 1.000 containers que llegan cada día de China. Además, cuando ya les 'pillan', intentan salir por cualquier lado. Dicen que lo han comprado en Madrid, pero no hay ninguna etiqueta que diga que lo ha comprado en Madrid. Viene de China y encima, de manera ilegal. Con lo cual, esta negociación termina siempre así: "No se puede vender".