Acompañamos a la Policía a uno de los puntos calientes de las carreras ilegales. Entramos en el coche, donde los agentes nos explican cómo se producen las carreras y por qué eligen zonas como el polígono de Atalayuela, en Madrid: "Eligen esta zona porque tiene vías anchas y de fácil circulación para poder marcharse del lugar". "Los vecinos del Ensanche denuncian que escuchan desde sus casas el ruido de los derrapes", llega a afirmar uno de los agentes.

En el vídeo, María Lamela cambia de coche y se mete en otro de la Policía secreta para acudir al polígono de Atalayuela. Ellos llevan varios meses infiltrados entre los asistentes.

Más tarde, recibimos una invitación de una supuesta carrera ilegal de coches en el polígono de Vallecas. Nos convocan a las 22:00 horas en el Polígono de Atalayuela. En una gasolinera empieza todo. Nos convertimos en espectadores. "Esto dura hasta que dure la Policía", cuenta una de las asistentes a la carrera ilegal.

Al llegar al lugar de la carrera, encontramos coches llenos de gente y decenas de personas que no paran de llegar. Buscan las mejores vistas en primera línea de circuito. Además, hay más de diez coches corriendo a la vez.

"No se gana dinero, se gana fama"

Comprobamos que la media de edad no llega a los 20 años, pero también nos encontramos a menores de edad entre los espectadores. Al preguntar a los asistentes qué es lo que ganan los conductores, uno de ellos cuenta que "no se gana dinero, sino que se gana fama".

Mientras que otro habla del peligro de estrellarse a la velocidad a la que van los vehículos: "Si te estrellas, mueres", asegura. En un momento de la carrera, vemos a un segundo menor que está como espectador.

A continuación, la Policía entra en escena, aunque eso no impide que un conductor siga corriendo a gran velocidad. Mientras, el resto, aplaude a la persona que desafía a los agentes. Sin embargo, tras la llegada del coche de Policía la gente empieza a dispersarse y acaba la carrera ilegal.