España genera cerca de 30.000 toneladas cada año, y dentro de nuestro país, Andalucía es la Comunidad que más produce.
"El robo de colmenas está a la orden del día", asegura un apicultor de Coria del Río, que explica cómo 70 colmenas tienen que estar cerradas bajo llave. De una colmena se pueden sacar "30 kilos en un año bueno", según afirma.
En España se produce el 50% de toda la miel que se consume, y los apicultores exigen un etiquetado correcto del producto: "Hay una industria que está estafando, envasando un producto que no es miel con su nombre".
Producir un kilo de miel en España cuesta 2,70, un precio que dista de las mieles más baratas del mercado, con las que aseguran "no pueden competir": "Nosotros con lo que podemos competir es con calidad, casi toda nuestra miel se exporta y la que se consume aquí es la que nos traen de fuera".
El aspecto de estos productos también se diferencia de la miel recién extraída. Una de las garantías de que se trata de un producto de calidad es la cristalización de la miel: "Elevan la miel a una temperatura excesiva y destruyen todas sus propiedades con el fin de hacerla líquida".
La información que lleva el etiquetado puede darse que lleve un 1% de miel europea y un 99% de miel de terceros países, para clarificar el etiquetado deberían poner el país y que tanto por ciento lleva", exigencias que ya negocian con el Gobierno para dar más transparencia al consumidor.
También bajo sospecha está el origen floral que recogen las etiquetas: "Para saber si realmente es una miel de lavanda o de brezo, debemos irnos al ADN de la miel que sería el polen".