Las playas de la Manga del Mar Menor, de La Mota, La Puntica, o Santiago de la Ribera se encuentran en una situación crítica. El desastre ecológico del Mar Menor dejó la imagen de miles de peces muertos en sus aguas.
La DANA de septiembre fue la gota que colmó un vaso lleno de denuncia social. Según Juan Carlos Blanco, de 'Ecologistas en Acción', ha sido el arrastre de las luvias torrenciales unidas a los vertidos que se filtran del subsuelo los que han hecho explotar la situación.
Las sustancias químicas, los pesticidas, la agricultura intensiva, el urbanismo desorbitado y los acuíferos completan un puzzle del que ya se empiezan a pagar las consecuencias.
Jesús Gómez, patrón de la Cofradía 'Pescadores del Mar Menor' ha asegurado que fue en el 1987 cuando "el Mar Menor empezó a avisarnos de que algo no iba bien".
Más de 150 familias se ven afectadas por el desastre que ha producido la muerte de miles de peces. "Se encuentran en una situación muy complicada", ha relatado Jesús Gómez.
El turismo, el principal motor económico de la zona, también se ve afectado. El olor y la insalubridad del agua provoca, presumiblemente, que miles de personas escojan otros destinos para ir de vacaciones. "¿Quién va a venir si no parece un mar?", ha expresado Juan Tárraga, responsable de Turismo Marinero de Murcia, que ha asegurado que "el futuro está un poco negro".