Comprar una casa y recibir una notificación de desahucio. Es la pesadilla que llevan viviendo dos años Virginia e Iván, que en 2016 compraron una casa y en 2019 les llegó el aviso procedente de otro banco. En ese momento descubren que su casa tiene dos hipotecas.
Cuando fueron a hablar con la directora de la sucursal, les prometieron que el conflicto sería resuelto entre bancos. La clave está en un documento falsificado que no pasa en ningún momento por sus manos: una cancelación de hipoteca.
"Mi banco llama a su banco un año después, cuando intentan inscribirnos cuatro veces en el registro y ven que no pueden. Nuestro banco dio un cheque de 100.000 euros al antiguo propietario y se fue a Perú con los 100.000 euros. Mi banco no se cercioró que esa hipoteca se había pagado", explica Virginia.
El antiguo propietario, denunciado por estafa y falsedad documental, está en busca y captura y ahora el otro banco les reclama la deuda a ellos más los intereses. Reconocen lo difícil que es llevar esta situación.