La pandemia ha dejado en la espera o incluso el olvido a otras muchas personas con patologías también importantes. Es el caso de Arantxa, que ha querido contar su historia en Liarla Pardo para pedir más atención a todo tipo de enfermos.

Le diagnosticaron cáncer en mayo de 2015. El diagnostico fue inmediato y la primera operación fue en tan solo una semana. Pero ya había metástasis así que una semana después tuvo que someterse a otra intervención. "Me quitaron los ganglios y otra parte del techo", cuenta a Liarla Pardo.

Después, 16 sesiones de quimioterapia, 33 de radioterapia y la enfermedad no se resolvía. Tuvieron que extirparle los dos pechos, por lo que después se sometió a la reconstrucción. Pero entonces también hubo problemas que siguen sin resolverse.

Hasta ahora se ha sometido a más de 12 operaciones y en marzo de este año tenía cita para una más, pero la pandemia del coronavirus se lo impidió. Para el sistema, su operación es estética, pero ella asegura que influye mucho en su día a día y en su salud. "No es psicología, es vida", afirma.

En septiembre, los médicos le dijeron que aunque la situación de la pandemia era mejor seguía existiendo riesgo. Así, le recomendaron que pensase que su operación podría ser para 2022.

Con esta situación, Arantxa dice que se siente "abandonada, fastidiada y enfadada con el sistema", y considera que "este bicho además de matar hace que otras enfermedades y cuestiones médicas queden olvidadas".

"Quiero que el sistema me proteja", reivindica, recordando que aunque muchos puedan pensar que su problema es estético, lo que pueda conseguir con esa esperada operación a ella va a cambiarle la vida.