Era favorito en las quinielas y Países Bajos conquistó lo más alto del pódium de la música. El Pablo López holandés se metió al público en el bolsillo y Macedonia del Norte al jurado.

La fiesta de la música fue un auténtico espectáculo televisivo y también reivindicativo al que no faltó nadie. Hay quien vio inspiración en Rosalía, en King África, en los personajes de la película Avatar, en el genio del limpiabaños...

Las actuaciones inundaron las redes y Australia bien valió para una cabalgata o para convertirse en la reina del Martes Santo.

Los que faltaron fueron los puntos para España, nos llevamos 60 en total, sólo el jurado de Bielorrusia y Rusia votaron nuestra canción.

También faltó la voz de Madonna, que se coronó como reina del pop, pero cayó del trono por su propio peso. También cayó la venda para España, actuación impecable que no merecía el puesto 22, pero que como fin de fiesta le enseñamos a Europa quiénes son los auténticos reyes.