La iglesia de San Miguel, en Guadix, ha modernizado el altar con las caras de su párraco, del pintor y de dos jóvenes del municipio. "El autor de la obra tomó como modelo a mi persona", explica Antonio Fajardo, el párroco, quien afirma que le han llamado "soberbio y narcicista" por salir en la obra.

Además, otro de los santos lleva piercing, como uno de sus vecinos. "Con un piercing o una cresta puedes ser santo, no tienes por qué ser ñoño ni antiguo", explica el párroco, que afirma que de esta forma los vecinos empatizan con la iglesia.

Algo que no comparte Anabel Alonso, que explica en el plató de Liarla Pardo que ella pierde "todo el respeto a San Pedro y demás" santos cuando ve en ellos las caras de sus vecinos: "No lo acerca sino que los desvirtúan". Por su parte, Cristina Pardo destaca que "humaniza a los santos" cuando precisamente se trata de lo contrario.