La clínica Dator, situada en Madrid, es la primera que se acreditó en España para realizar abortos. Las mujeres denuncian llevar décadas sufriendo escraches en sus puertas. Por ejemplo, 'Derecho a Vivir', de 'Hazte Oír', aparca semanalmente una furgoneta junto a la clínica.

Estos grupos 'provida' ofrecen realizar ecografías a las mujeres que acuden a la clínica. El último escrache que llevaron a cabo fue una procesión en la que participaron decenas de personas, entre ellas menores.

María Lamela, reportera de Liarla Pardo acudió a esta clínica un sábado por la mañana, el día que se concentran estos grupos, para comprobar el acoso que sufren las mujeres. Antes de llegar a la puerta fue abordada por dos hombres que le ofrecieron "ayuda psicológica y económica" de parte de la "Fundación Madrina y Redmadre".

"Ellos te dicen que abortes por tu futuro, pero puedes salir adelante. Meten la mano en tu interior y te hacen un destrozo, a tu hijo le van a cortar en trozos con un bisturí o le van a aspirar", le dijeron a la joven.

Sonia Lamas, responsable de Comunicación de la Clínica Dator, considera que "se está hostigando a las mujeres y se les está vulnerando su derecho a decidir y ejercer libremente el derecho al aborto", por lo que pide que "la Administración actúe".

Por su parte, Amaya Azcona, directora general de 'Redmadre', ha querido desvincularse de estas acciones, aunque sí reconoce el aborto como "la muerte provocada de un ser humano", llegando incluso a decir que a los hijos fruto de una "violación" habría que darles en "adopción".

El Defensor del Pueblo ya se encuentra investigando a los grupos 'antielección' por el acoso que estarían ejerciendo sobre las mujeres que acceden a las clínicas de aborto para ejercer voluntariamente la interrupción del embarazo.

Tras visualizar estos reportajes, Cristina Pardo ha entrevistado a Amaya Azcona, directora general de 'Redmadre', que considera que "para una mujer es mejor tener a su hijo que no tenerlo, porque es su hijo". Además, ha señalado que "hay mujeres que reciben amenazas de su entorno laboral y familiar y sí son empujadas".