Lola Parra, familiar de un fallecido por coronavirus en un residencia de Alcorcón, Madrid, ha mostrado su indignación en Liarla Pardo por la gestión que hizo tanto la residencia en la que vivía su suegro, como al Gobierno de la Comunidad de Madrid.

De hecho, su caso está incluido en la denuncia que se ha interpuesto contra el Gobierno madrileño. "Acusamos al Gobierno de negligencia", ha manifestado Lola Parra, al tiempo que ha expresado que "el protocolo que tienen es claramente delictivo".

Parra ha contado que hace unos días que recibió el informe sobre el fallecimiento de su suegro. En él, según ha relatado, el hombre empezó con fiebre el 20 de marzo, aunque hasta el día 23 no le informaron de ello. Finalmente, el suegro de Lola Parra, de 86 años, falleció el 27 de marzo.

"El 27 de marzo por la mañana nos dijeron que había dado positivo y por la tarde falleció"

"Nos informaban todos los días escasamente y su estado iba empeorando. Incluso uno de los días se cayó de la cama o del sillón, porque ni ellos lo tienen claro. Finalmente, el 27 nos informaron de que ha dado positivo en COVID-19 y por la tarde nos dijeron que ha fallecido en la residencia", ha contado la mujer en Liarla Pardo.

"Nos dijeron que la situación no era tan grave como para derivarle al hospital"

Asimismo, Parra ha mostrado su indignación con el hecho de que no le trasladasen al hombre al hospital, a pesar de que la familia lo pidió desde el día 23 que se enteraron de que tenía fiebre. "Incluso tengo un correo que mandé al director diciéndole que por favor le enviasen al hospital, pero en todo momento nos dijeron que la situación no era tan grave como para derivarle al hospital", ha criticado.

"No se podía declarar a mi suegro enfermo de riesgo; estaba perfectamente"

Por último, la nuera del fallecido ha destacado que al fallecido "no se le podía declarar que era un enfermo de riesgo para fallecer por COVID-19" porque, tal y como ha expresado "estaba perfectamente" antes de contagiarse. "La única enfermedad que tenía era Alzheimer. Nosotros el 7 de marzo, que fue el último día que pudimos entrar a verle, estaba perfecto y nos reconocía. Tomaba un par de pastillas para el Alzheimer, pero no tenía ninguna otra enfermedad", ha manifestado Parra. Sin embargo, 20 días después de la última visita de la familia, el hombre falleció en la residencia.

Parra ha señalado que los datos que tienen de los fallecimientos en la residencia en la que vivía su suegro son de entre 60 y 65 muertos. Cabe destacar que durante el mes de marzo, el 80% de los fallecidos que vivían en residencias madrileñas no fueron trasladados a hospitales. El asunto ya está en la mesa del Supremo.