La realidad de Millán Salcedo fue muy diferente a la actual durante su infancia. El humorista fue enviado a un internado cuando su padre murió y allí coleccionó algunas vivencias difíciles de olvidar: "Me ha marcado para toda mi vida, incluso para toda mi muerte".

Poco después, vivió con su madre y sus tres hermanos en la portería de un edificio. Allí, afirma, vivían 5 personas en 30 metros cuadrados: "No teníamos ni ducha y las paredes estaban llenas de humedad". Sin embargo, recuerda cómo consiguió mejorar su situación: "A mí Miguel Bosé me sacó de la pobreza", destaca. En el vídeo principal de esta noticia cuenta su historia.