Sonia Zúñiga, viróloga e investigadora del CSIC, defiende que "no debemos pecar de optimistas" con las posibles vacunas contra la pandemia del coronavirus y recuerda que estas primero tienen que ser aprobadas por las agencias reguladoras.

Aun así, defiende que hay que ir preparándose, como ha hecho Bruselas con la compra de las vacunas, o como ha hecho el Gobierno de España, planificando cómo serán las primeras vacunaciones. En este sentido, Pedro Sánchez ya ha anunciado que habrá 13.000 puntos de vacunación y que primero se atenderá a personal sanitario, personas mayores y enfermos crónicos.

Así, la experta cree que es "demasiado optimista" pensar que para mayo estaremos recuperando la normalidad. "Hay que tener en cuenta que no se puede saber si la vacuna previene la infección. Si previene de la enfermedad se descongestionaran los centros de salud y no habrá tantos pacientes graves ni tantas muertos", ha explicado.

Eso sería bueno, pero si el objetivo es evitar el contagio, "tendremos que seguir con la mascarilla y la distancia social hasta que no haya un porcentaje altísimo vacunado", advierte.

Sobre las vacunas de Pfizer y Moderna, explica Zúñiga, la diferencia está en la dosis porque la tecnología es muy similar. "Los resultados preliminares son esperanzadores pero hay que esperar a ver los datos", ha indicado.