La Junta de Andalucía ha decidido, en su plan de desescalada para Navidad, que a partir del 18 de diciembre, y hasta el 10 de enero, bares y restaurantes de la comunidad autónoma podrán permanecer abiertos hasta las 22:30 horas. Pero de18:00 a 20:00 tendrán que cerrar,evitando así, según el presidente de la Junta, Juanma Moreno, "unas horas muy sensibles para el contagio, según los expertos".

La medida no ha calado bien entre el sector de la hostelería, que hasta el mismo día 18 solo pueden tener sus locales abiertos hasta las 18:00 horas. En Liarla Pardo han entrevistado a Rafael Prados, de la Asociación Malagueña de Hosteleros y dueño de un restaurante, que explica por qué están en pie de guerra contra la decisión del presidente de Andalucía, al que incluso piden que dimita.

"Estamos muy cansados. Esperábamos una medida que fuese un poco más liviana para soportar la pandemia y nos ha cortado por la mitad todo el esfuerzo que podemos hacer", reivindica el hostelero.

Asegura que en condiciones normales solía tener a 33 trabajadores, y ahora solo están trabajando seis, aunque siguen sin llegar a fin de mes. Para paliar la situación, pensaban que la Junta decidiría ampliar el cierre, y se prolongase a partir de las 18:00 horas, pero la decisión adoptada no la comprenden.

"Si cerramos a las 18:000, echamos a los clientes a las 17.30. ¿Recogemos todo y volvemos a abrir a las dos horas?", explica Prados. Asegura que el personal no vive en la zona, con lo cual debería trasladarse para volver al restaurante al paso de unas horas.

Esta situación la califica de "barbaridad". "No sé quien habrá pensado en eso, pero se va a llevar el premio Nobel a la tontería". "Ayudamos en todo lo que podemos pero la persecución a la que se está viendo sometida la hostelería es intolerable", ha afirmado.