Una consecuencia grave de la pandemia tiene que ver con la salud mental. La incertidumbre que reina desde la crisis del coronavirusnos afecta cada vez más, y así se observa en un estudio realizado por psicólogos que se han basado en el análisis de un total de 200.000 casos desde marzo.

Las consultas por ansiedad se han incrementado un 168% y también las consultas por depresión, en un 81%, en comparación con el año pasado. Además, tres de cuatro españoles presenta problemas a la hora de conciliar el sueño y el 85% de las consultas atendidas en atención primaria en España tienen que ver con la salud mental.

La psicóloga Ana Isabel Gutiérrez, explica en Liarla Pardo que "estamos en una situación de aguante y tenemos que pedir toda la ayuda que se pueda y mantener la mente clara". Parte de la explicación a esta situación pasa porque el ser humano necesita agarrarse a las certezas, con las que construye su seguridad. La incertidumbre es entonces una de las peores emociones con las que vivir, porque afecta a todas las tomas de decisiones, asegura la experta.

Esa incertidumbre produce miedo y, a su vez, la ansiedad aparece por el miedo al miedo que desemboca en taquicardias o pensamientos acelerados, algunos de los síntomas más reconocibles.

Ante esto, la población se enfrenta al reto de atravesar este desierto mientras que los profesionales disponen de pocas herramientas: "Ahora hay estamos muy limitados para hacer ciertas recomendaciones", explica Gutiérrez, sobre la situación de confinamiento.

A esto se suma que hay un déficit de antes de la pandemia de psicólogos en la Atención Primaria. "Si hay que buscar terapia quizás el mejor recurso debe buscarse en asociaciones o profesionales que ofrecen teleasistencia", recomienda la experta.