Matar por Dios

Los 'yoguinazis' de Israel: cuando el camino hacia dios pasa por el exterminio

¿En qué consiste?
Bajo el disfraz del yoga y la conexión divina, crece en Israel un movimiento que predica que la aniquilación de los palestinos es el camino hacia la plenitud espiritual y la restauración sagrada de la tierra.

Los 'yoguinazis' de Israel: cuando el camino hacia dios pasa por el exterminio

En medio de la ofensiva israelí sobre Gaza, emerge con fuerza una corriente que combina misticismo, religión y violencia extrema. Las imágenes de hospitales, escuelas y viviendas reducidas a escombros han dado paso a lo que desde el propio Ejército israelí ya califican como un ataque sin precedentes, más brutal y sanguinario que los anteriores.

La operación ha sido bautizada con un nombre bíblico: 'Los carros de Gedeón', en referencia al juez del Antiguo Testamento que, según las escrituras, fue elegido por Dios para liberar a Israel masacrando a un ejército madianita con solo 300 hombres. Bajo esta narrativa, el Estado israelí reviste su campaña militar con un aura épica y sagrada, tratando de justificar la ofensiva como parte de un destino divino.

Esta espiritualización de la guerra se está extendiendo en redes sociales, medios de comunicación y escenarios públicos. El diario israelí 'Haaretz' ha calificado esta corriente con un término: 'los yoguinazis'. Se trata de grupos ultrarreligiosos, muchos de ellos colonos, que practican yoga, meditación y conexión con la naturaleza, mientras defienden el exterminio del pueblo gazatí como un acto necesario para alcanzar la paz interior, el equilibrio natural y el crecimiento personal.

Una de las figuras más visibles de esta corriente es una mujer que lidera un programa televisivo en Israel. Colona en Cisjordania, sostiene abiertamente que solo exterminando a los habitantes de Gaza se cumplirá el mandato divino y podrá alcanzarse la paz. Según esta visión, el genocidio se convierte en una condición para la redención personal y colectiva.

Desde el ataque del 7 de octubre, esta ideología ha cobrado fuerza. Diversas figuras públicas, incluidas personas del ámbito del entretenimiento y la espiritualidad, han respaldado abiertamente el exterminio de la población gazatí. En este discurso, el conflicto ya no se presenta como un problema político o militar, sino como una guerra espiritual donde matar se convierte en un camino hacia Dios.