El líder del Partido Popular (PP), Alberto Núñez Feijóo, aseguró este lunes que las comunidades autónomas gobernadas por su partido pondrán a disposición del Gobierno su "capacidad para atender" a menores migrantes no acompañados. Esta afirmación llega en un contexto de creciente tensión con Vox, cuyo líder, Santiago Abascal, advirtió el mismo día que los gobiernos regionales de coalición con el PP "se considerarán rotos" si no se utilizan todos los medios "políticos y legales" para evitar la distribución de estos menores por todo el territorio nacional.
La amenaza de Vox podría afectar a cinco gobiernos autonómicos: Aragón, Castilla y León, Comunidad Valenciana, Extremadura y Región de Murcia. En respuesta, Feijóo ha afirmado que las comunidades gobernadas por el PP están dispuestas a acoger a los menores migrantes, aunque falta por ver cuántos serán finalmente acogidos tras la reunión del miércoles, donde se determinará la distribución de 6.000 menores.
Esta postura de Feijóo y la amenaza de Vox tienen múltiples implicaciones para ambos partidos. Para Vox, este ultimátum busca recuperar su nicho electoral y contrarrestar el endurecimiento del discurso migratorio del PP. Además, partidos como Se Acabó la Fiesta están ganando terreno, lo que obliga a Vox a reafirmar su posición y diferenciarse del PP, erosionando a sus socios de gobierno al obligarlos a tomar posiciones comprometidas.
Para el PP, la situación presenta una oportunidad y un riesgo. Si bien podrían ganar la percepción de moderación y de poner el país por encima de las siglas, liberándose de la dependencia de Vox en coaliciones, también podrían perder estabilidad en sus gobiernos autonómicos. Sin embargo, en regiones como Extremadura, donde la izquierda no suma lo suficiente para una moción de censura, el riesgo de inestabilidad se mitiga.
La ultraderecha, además de perder cargos y visibilidad pública, proyectaría una imagen de incapacidad para gestionar y gobernar, lo que podría erosionar su base electoral. Por otro lado, el PP podría enfrentar dificultades para sacar adelante sus políticas sin el apoyo de Vox, pero se beneficiaría de una imagen más moderada y autónoma, alejándose del principal argumento de la izquierda sobre el temor a una coalición PP-Vox.
La primera en 33 meses
Todas las ideas y propuestas que se van de la Conferencia de Presidentes sin ningún tipo de acuerdo o compromiso
Falta de consenso La reunión trató sobre vivienda y financiación autonómica, pero no hubo acuerdo en medidas de vivienda ni en el reparto de menores migrantes no acompañados. El Gobierno solo dio recomendaciones.