De todas las propuestas del nuevo gobierno alemán, una de las que más ha llamado la atención es la de rebajar la edad para votar a los 16 años. Pretenden así atraer a los más jóvenes a la política. Esto es algo que también se ha planteado en más de una ocasión en España. Si esa medida llegara aquí, una duda inmediata asalta esta cuestión: ¿qué sabemos sobre las inquietudes políticas de esos clavales de 16 y 17 años?

Y a ella y a otras ha dado respuesta en laSexta Clave la periodista Ariadna García Chas, que ha explicado durante su intervención que, generalizando mucho, la mayoría de estos jóvenes se sienten de izquierdas; un poco más, de hecho, que la media española. Sin embargo, según los datos del Instituto de la Juventud, más del 40% de los chicos de 15 a 18 años tienen dificultades para saber qué lugar ocupan ideológicamente.

Otra duda relativa a esta cuestión: ¿que haya nuevos votantes significa que estos estarán más cerca de los nuevos partidos? Se podría decir que sí, principalmente porque no han votado nunca y no tienen gran apego a los partidos. En este sentido, se podría interpretar su voto de forma más variable. Si nos vamos a las elecciones de 2015, las primeras en las que participaron Podemos y Ciudadanos, los jóvenes de entre 18 y 24 años destinaron casi la mitad de sus votos a nuevas formaciones.

Frente a ello, solo un 25% de este grupo etario optó por el bipartidismo. Cabe destacar que, a medida que avanza la edad del electorado, esa tendencia se invierte hasta llegar a los mayores de 65 años, que dedican cerca del 75% de sus votos al bipartidismo, es decir, al Partido Popular o al PSOE, y apenas un 10% a Ciudadanos o Podemos. Más dudas que nacen con este análisis: ¿tienen los jóvenes de 16 y 17 años interés por la política y el voto? ¿Qué dicen las estadísticas?

Con los datos sobre la mesa, se puede decir que es el grupo de edad menos interesado por la política -exceptuando a los mayores de 70-, pero también es cierto que su interés ha aumentado exponencialmente en los últimos años. De hecho, casi se ha duplicado en los últimos 15 años, aunque la cifra sigue siendo bastante baja: el año pasado rondó el 33%. Aunque son muchos los expertos que creen que si pueden participar en la política seguro que se interesan más.