En El Salvador la cárcel más grande de Sudaméricaya está en funcionamiento. Para su inauguración, el gobierno realizó un espectacular video. En él se ve el momento en el que se trasladan a 2.000 pandilleros desde su antigua cárcel a la nueva: el Centro de Confinamiento del Terrorismo. Los presos van descalzos, con el torso desnudo y solo con unos pantalones blancos. Al llegar a la nueva prisión se aprecia que van esposados de pies y manos. Allí son agrupados cabeza contra espalda, dejando una instantánea muy potente para la popularidad de su presidente: Nayib Bukele

En El Salvador se les llama maras a los grupos organizados de jóvenes que se dedican a actividades delictivas y criminales. El joven presidente de El Salvador ha hecho de la lucha contra las maras la base de su mandato. Pero esto no siempre fue así. La Fiscalía de Nueva York le acusa de haber negociado con las maras durante dos años. El gobierno de Bukele ofrecía, según el fiscal, reducciones en las condenas, beneficios carcelarios y leyes más laxas a cambio de una reducción de homicidios entre los años 2019 a 2021. Pero este pacto se rompió en 2021.

Y unos meses después, todo cambió en El Salvador. Bukele decretó el régimen de excepción y, desde entonces, 60.000 pandilleros han sido detenidos. Las organizaciones humanitarias alertan de que se están cometiendo abusos a gran escala. Según 'Human Right Watch', ha habido muertes bajo custodia y detenciones masivas. Se habla también de que son encerrados en cárceles donde viven hacinados.

No obstante, los barrios más peligrosos de El Salvador, como el de La Montreal, lucen ahora desiertos. Los vecinos aseguran que se puede caminar por la calle sin miedo a que ningún pandillero te asalte. Pero no lo hacen. Porque ahora a quien temen es a la policía, que tiene carta blanca para detener a quien quiera. Mientras, Bukele presume estos días de que su país lleva 300 días sin homicidios. Y califica a El Salvador como el país más seguro de América.

Las maras han perdido su poder. La organización ha sido desmantelada. Pero según apunta el 'Washington Post': "Su lugar lo ha tomado la mafia de Estado". Según este rotativo, se "ha creado una propaganda tan intensa y bien diseñada que la mayoría de los salvadoreños no están al tanto de la corrupción ni de las operaciones de esta nueva mafia".