Europa estudia controlar los precios de la energía, un camino nunca antes explorado. Y aquí surge la palabra del año, 'topar', poner un tope, un máximo, a los precios de cualquier cosa.

¿Qué cosas se han topado o se van a topar o se quieren topar? A principios de año, cuando el Covid aún seguía importando, el Gobierno topó el precio de los test de antígenos a menos de 3 euros. En marzo llegó el tope de los alquileres: la subida máxima al 2%.

Después de semanas de negociaciones, el Gobierno logró arrancar un acuerdo en Bruselas y llegó el tope del gas con la excepción ibérica: España y Portugal limitaron el precio del gas para que la factura de la luz no subiera tanto como la del resto de europeos.

Llegó septiembre y con él, el debate sobre el tope de algunos alimentos básicos. Díaz ya se ha reunido con algunas cadenas de distribución para intentar llegar a un acuerdo. Y en los últimos días el nuevo tope del que se habla es el que ha propuesto Unidas Podemos para las hipotecas variables de familias vulnerables.

Estas son las definiciones de "topar" según la Real Academia Española: chocar, topetar, encontrarse con algo, tropezar, querer un envite en un juego, echar a pelear gallos en América Latina, recibir a quien llega de viaje, jugarse el dinero en un juego, salir bien...

Ninguno encaja con el uso que le estamos dando al término. Con la primera acepción medio encaja, pero como la lengua la hacen los que la hablan seguro que la RAE acaba actualizando el diccionario.