Por primera vez, el Partido Popular se ha desmarcado del homenaje a las víctimas del terrorismo. Un homenaje institucional realizado por el Gobierno en el Congreso al que los de Casado han decidido no asistir por la presencia de Bildu y por el acercamiento de presos de ETA a prisiones del País Vasco.

Desde que Sánchez llegó a la Moncloa en junio de 2018, su Gobierno ha realizado 240 traslados de presos de ETA. De ellos, sólo 49 han sido trasladados a cárceles vascas y otros 14 a centros penitenciarios de Navarra.

Todos estos acercamientos se han realizado después de que la banda terrorista ETA anunciara su disolución en mayo de 2018 y, por tanto, con un dudoso sentido de aplicar la política de dispersión.

El Gobierno ha insistido en que estos traslados están recogidos en la ley, y no son beneficios penitenciarios. Sin embargo, y a pesar de las críticas, no es ni mucho menos el primer Ejecutivo en hacerlo.

Todos los gobiernos han realizado estos acercamientos, incluso los liderados por el Partido Popular. Concretamente, el Gobierno de Aznar llegó a trasladar a más de 400 presos etarras cuando la banda terrorista seguía matando.

El entonces ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, no dudaba en justificarlos alegando "anhelos de paz". "El Gobierno ha tomado la decisión del acercamiento de 105 presos de ETA a centros penitenciarios más próximos a sus lugares de origen incluido los centros del País Vasco. El Gobierno con esta decisión ha querido, como en otros momentos, asumir plenamente su responsabilidad en este anhelo de paz que sin duda caracteriza a sociedad vasca y española", explicaba Mayor Oreja en 1999.

El Gobierno de Aznar trasladó a presos de ETA con atentados y muertos en las calles. El propio presidente defendía entonces que si queríamos "paz", la hiciéramos: "Eso significa no pagar ningún precio por la paz. La ley se va a cumplir siempre, pero el espíritu tiene que ser abierto y generoso".

Además de los traslados, el Gobierno de Aznar también les concedió beneficios penitenciarios. El 'popular' lo defendió así: "El Gobierno y yo personalmente ha autorizado contactos de liberación con el movimiento vasco".

El Gobierno de Rajoy también siguió esta línea. ETA anunció el cese de su actividad armada en 2011 y el Gobierno del PP, a través de su ministro del Interior, utilizó este paso dado por los terroristas para justificar el acercamiento de presos y el fin de la dispersión.

Esta vez el encargado de explicarlo fue Jorge Fernández Díaz: "Si esa organización terrorista dejara de existir es evidente que el Gobierno podría plantearse la política de dispersión que trae causa de la existencia de esa organización terrorista. Está en su libertad el que esa política finalice".

Hasta el propio presidente Mariano Rajoy defendió el acercamiento de presos de ETA. "Es la ley penitenciaria", decía el líder del PP en 2011. Y esa ley a la que aludía Rajoy es la misma ley penitenciaria que está hoy vigente.

La reformó el gobierno de Aznar en 2003. El presentador de laSexta clave ha sido claro al respecto: "Si valía para que los Gobiernos del PP trasladaran a presos de ETA a Euskadi y lo justificaran, también debería servir para que lo hagan otros Gobiernos cuando el PP no está en el poder", ha reiterado.