Desde el comienzo de la guerra en Ucrania, Putin ha afirmado en varias ocasiones que su propósito es el de "desnazificara Ucrania", un planteamiento que se ha mostrado falso desde el principio. Sin embargo, hay detalles muy relevantes en este aspecto, y es que en las tropas rusas hay nazis y fascistas, y muchos. Del nombre y el propósito de esas organizaciones, así como sus actividades y sus vínculos con Putin, ha hablado la periodista Alba Blanco en laSexta Clave. Porque el ultranacionalismo es para el presidente ruso la motivación perfecta en su afán expansionista.

Ejemplo de ello es el Movimiento Imperial Ruso, considerada una organización terrorista por el Departamento de Estado de EEUU. Se trata de un grupo monárquico, ortodoxo, de extrema derecha, movido por cierta nostalgia por los zares y con gran inclinación por la violencia. Su base clandestina de entrenamiento se encuentra en San Petersburgo. Conocida como 'Club Partizan', allí se forman neonazis de todo el mundo. Su objetivo final es la creación de lo que vienen a definir como 'Nueva Rusia'. Fue uno de los grupos más activos a la hora de enviar voluntarios al Dombás.

Tan activo como la Unidad Nacional Rusa, a la que pertenece Pavel Gubarev, autoproclamado gobernador de Donetsk. Este movimiento apuesta directamente por la expulsión de Rusia de todos los considerados no rusos, como los judíos y los inmigrantes. Tiene grandes tendencias nacionalsocialistas. Como organización militar, la Unidad Nacional Rusa defendió la Duma - la cámara baja de la Asamblea Federal de Rusia- frente al intento de golpe de Estado perpetrado contra el expresidente Borís Yeltsin en 1993.

Hay más organizaciones: al servicio del Kremlin -de hecho cuenta con el respaldo del Ministerio de Defensa ruso- está el Grupo Wagner, que debe su nombre al compositor favorito de Adolf Hitler. De hecho, su líder, Dmitri Utkin, muestra orgulloso con tatuajes en su piel la nostalgia por el régimen nazi. Este grupo de mercenarios fue condenado por crímenes de guerra tras la tortura sin límites y la decapitación de un disidente del ejército sirio. Su popularidad creció a raíz de la guerra del Dombás en 2014.

Se hicieron tan conocidos hasta el punto de que, dos años más tarde, el propio Putin recibió a Udkin en el Kremlin. Otro líder neonazi relacionado con esta cuestión es Alexander Matyushin, del Batallón Varyag, un regimiento paralimitar ortodoxo, fascista, compuesto por voluntarios ultraderechistas e involucrado en la batalla en el aeropuerto de Donetsk. Toman su nombre de los vikingos suecos de los siglos IX y X. Pero los más sanguinarios son los voluntarios de la 'Task Force Rusich'.

Esta organización está acusada de crímenes de guerra y es conocida por una brutalidad despiadada contra sus víctimas. El grupo paramilitar más temido de Rusia saltó a la luz tras desplegarse en el Dombás en 2014. Entonces, sus líderes se fotografiaban con cabezas de cachorros de perros y cortaban orejas a los ucranianos asesinados. Todo y todos con la complicidad de Vladímir Putin y del Gobierno ruso.