El sol de Marbella se ha convertido en protagonista involuntario dela limpia de Volodimir Zelenski en su Gobierno. El presidente ucraniano ha expulsado a 14 altos cargos por sospechas de corrupción. Y a uno de ellos, Oleksiy Symonenko, lo que le ha costado el cargo han sido unas ostentosas vacaciones navideñas en España, en concreto en Marbella.

Una foto con palmeras tomada en la ciudad de la Costa del Sol le ha delatado. De hecho la colgó su mujer en Instagram y ha supuesto el fin de su carrera. Llegó allí en el Mercedes de un empresario, conducido por el chófer del mismo empresario. Symonenko era fiscal general adjunto de Ucrania.

Hay más casos y las acusaciones del Gobierno Zelenski son sorprendentes: el viceministro de Defensa ha caído porque firmó contratos de suministro de comida para la tropa por precios que duplican y triplican los del mercado habitual. Un ejemplo: las patatas. El Gobierno ucraniano paga 55 céntimos el kilo al contratista y en la calle se paga a 20 céntimos.

El viceministro de Desarrollo de Territorios ha sido detenido y se le acusa de aceptar un soborno para conceder un contrato de generadores de electricidad. Se cree que se quedó con más de 360.000 euros que encontraron en su casa.

El segundo de la oficina del Presidente está acusado de haberse quedado con un coche, un Chevrolet Tahoe donado para fines humanitarios por General Motors. Le gustan los coches a este exalto cargo. También se le vio conduciendo un Porsche Taycan que, según la prensa ucraniana, es suyo y, según su versión, solo lo estaba probando.

Zelenski llegó al poder prometiendo mano dura contra la corrupción y con estos ceses muestra hacia dentro y hacia fuera del país que los fondos que lleguen acabarán en el frente y no en las manos de los corruptos.