Hasta hace poco, la paleta de colores en los anuncios de juguetes era tan predecible como un clásico juego de mesa. Pero en 2021, los juguetes, cansados de ser encasillados, dijeron "basta". La campaña del Ministerio de Consumo fue la chispa que encendió la revolución, marcando el inicio de un cambio drástico en la percepción de los roles de género en el mundo del juego.

La regulación de la publicidad infantil de juguetes en 2022 fue el paso firme hacia la igualdad. Prohibir la exclusividad de juguetes para un solo sexo se convirtió en la norma, y estas navidades marcaron el primer hito. Según un informe del Ministerio de Consumo, el sexismo en la publicidad de juguetes ha descendido por primera vez en España. Aunque persisten estereotipos, los niños ya no son meros espectadores en anuncios de muñecas, rompiendo cadenas de representación pasiva.

Pero, ¿qué pasa con los juguetes clásicos? ¡El Furby, con 25 años a sus espaldas, ha renacido! Olvidado durante una década, este juguete ha resurgido con un aumento del 440% en demanda en los últimos seis meses. En la nueva era de la inclusividad juguetera, hasta los clásicos rompen esquemas, desafiando el status quo.