Uno de los hitos económicos que ha intentado devaluar el PP es la excepción ibérica. Esa herramienta que el Gobierno acordó con Bruselas para topar el precio del gas cumple un año dejando seis efectos tangibles.

  • El primero es el más importante: las familias han pagado menos por la luz. Son más de 5.000 millones de euros de ahorrados en un año. Un 15% menos por familia.
  • Segundo efecto: tenemos la energía mucho más barata que nuestros países vecinos. 111 euros por megavatio hora hemos pagado de media los españoles este último año. Los italianos 256. Los franceses 225.
  • Tercer efecto: la nueva factura de la luz que ha aprobado esta semana el Consejo de Ministros. Fue la condición que puso Bruselas y se supone que logrará que los precios sean más estables, que no tengan subidones ni bajones como ahora.
  • Cuarto efecto de la excepción ibérica: ha echado una mano con los precios. Se ve en la evolución del IPC de los últimos meses. Es cierto que la inflación depende de muchos factores pero el precio de la luz fue clave en la escalada de precios que sufrimos tras la invasión de Putin. Y la excepción ha ayudado a moderarlos.
  • Quinto efecto: es cierto que Francia ha comprado energía más barata gracias a la excepción ibérica. Pero los expertos aseguran que este fenómeno colateral no minimiza lo importante: el ahorro de las familias españolas.
  • Y último efecto tras un año de aplicación de la excepción ibérica: la excepción ya no se usa. El precio del gas en el mercado está ahora tan bajo que el mecanismo no se activa desde hace 108 días. Pero sigue ahí. Si el precio vuelve a subir, la excepción ibérica volverá a cumplir su función.