El presidente de los Estados Unidos ha confirmado un nuevo paquete de ayuda militar a Ucrania por valor de 500 millones de dólares. Ese dinero se convertirá en nuevas armas para el ejército ucraniano. En la lista de Zelenski hay seis peticiones.

En primer lugar misiles de largo alcance. Necesita llegar más lejos. Es ambicioso y por eso quiere el más potente. El MGM-140 con un alcance de 300 kilómetros. Puede ser disparado desde múltiples lanzacohetes. Desde hace meses se lo piden a Biden pero no logra convencerlo, a Estados Unidos le da miedo el uso que hagan de este misil y la respuesta rusa. Lo que sí que parece estar más cerca de conseguir son bombas ‘con alas’. De precisión y largo alcance, Hasta 150 kilómetros. Y también baratas. Cuestan 40.000 dólares cada una. Con ellas el ejército ucraniano tendría capacidad para llegar a objetivos rusos que hasta ahora han estado fuera de su alcance.

La siguiente petición es básica y cada vez más difícil, munición. Necesita proyectiles de artillería guiados. Utiliza una media de 135.000 cartuchos de munición al mes. Mientras, la industria europea produce durante ese periodo de tiempo apenas 25.000. De ahí que haya que acelerar la fabricación de proyectiles de calibre de 155 milímetros, el estándar de la Alianza Atlántica.

Los tanques ya han estado encima de la mesa con anterioridad. Los aliados se los concederán, pero ahora Zelenski reclama tanques blindado antiminas. Son vehículos equipados con una cuchilla antiminas y alta protección balística. El Gobierno alemán ya los ha encargado como parte de su ayuda militar a Ucrania, pero está previsto que las entregas finalicen a finales de 2023.

Además, hay algo que desde el principio de la invasión nunca ha dejado de pedir: defensas aéreas. Su preferido es el ‘Patriot’. Un sistema capaz de derribar misiles de crucero. Son muy eficaces, su radar puede rastrear hasta 50 objetivos y ataca cinco de ellos a la vez. Eso sí, son carísimos. Un misil ‘Patriot’ cuesta unos tres millones de dólares. Por el momento se han comprometido a dárselos Estados Unidos, Alemania y Países Bajos. Eso sí su uso requiere meses de entrenamiento.

Más fáciles de usar y mucho más baratos son los drones de largo alcance. Los empezaron a usar en marzo y es uno de sus recursos más eficaces. Ahora los necesitan más rápidos, con mayor autonomía y con mayor capacidad de hacer daño. Le han echado el ojo al dron turco Kizilelma. Hizo su primer vuelo en diciembre y puede llevar hasta una tonelada de munición a 900 kilómetros por hora. De momento no lo tendrán pero están desarrollando uno propio.

Pero la joya de la corona sin duda son los aviones. Los cazas que pide Zelenski día sí y día también sin efecto. En el diario italiano La República anunciaba que Italia podría suministrar cazas. Pero la ilusión del titular se desvanece cuando se explica que Meloni querría proporcionar estos aviones que va a jubilar y que solo servirían a Ucrania como apoyo a las fuerzas terrestres. Además, no lo hará sola, quiere que más países envíen los suyos.